jueves, 7 de julio de 2011

ARGENTINA INFINITA

DÍA 10: DE PUNTA A PUNTA Y TIRO... SI AEROLÍNEAS ME DEJA


Hoy es 19 de agosto y nos toca un día largo de viaje de norte a sur del país.


Nuestro vuelo de Iguazú a Buenos Aires salía a las 10.20 de la mañana. Fuimos con Basilio (el taxista del primer día) que nos hizo un precio especial de 40 pesos. Facturamos, todo bien…hasta que nuestro vuelo desaparece de las pantallas Ojos que se mueven . Aparece de nuevo a los 10 minutos y pone que está cancelado Chocado . Salimos escopetados hacia el mostrador de Aerolíneas y nos dicen que no pasa nada, que lo han cancelado pero nos meten en otro vuelo que se acaban de sacar de la manga para las 11 y que, finalmente, salió a las 12:10. Una vez más ¡¡¡qué viva la seriedad de Aerolíneas Argentinas!!! Me quitaría el sombrero ante ellos…pero, por desgracia, no llevo… Malvado o muy loco


Aterrizamos en el Aeroparque de Buenos Aires y teníamos algo más de 1 hora de escala para pillar nuestro vuelo a Ushuaia. Por suerte, no había que facturar de nuevo y ya teníamos las tarjetas de embarque desde Iguazú. Comimos algo (el pseudo bocata de jamón y queso que nos dieron en el vuelo nos había sabido a poco) y puntualmente fuimos a la puerta de embarque. Allí nos pasó una cosa rara, rara, raaaaraaaaa… Ojos que se mueven El vuelo a Ushuaia salía con retraso. ¿Y eso? Con una compañía tan formal como Aerolíneas es inconcebible Riendo .


Finalmente, salimos con 1:15 horas de retraso y el vuelo, que según el billete tendría que haber durado 3:35 horas tardó 4:05 en llegar. Era de noche y me agarré un cabreo de la leche porque no pude ver los Andes por la ventanilla Malvado o muy loco . (Todo el mundo decía que el aterrizaje era espectacular).


El aeropuerto Islas Malvinas de Ushuaia es muy pequeñito y muy chulo, todo de madera. Las maletas salieron sin complicaciones y ya, por fin, estábamos en el fin del mundo. Aplausos


Fuimos en taxi hasta nuestra hostería por la módica cantidad de 17 pesos (algo más de 3€).


Nos quedamos en la Hostería Mirabeagle, por 50 dólares la noche (y tampoco nos cobraron IVA). La Hostería es recomendable a más no poder. Sitio precioso, tranquilísimo, habitaciones enormes y muy cómodas, baño impecable con hidromasaje, desayuno rico, personal amabilísimo y unas vistas al canal Beagle y a la isla Navarino (Chile) de alucine. Las únicas pegas: no está en el centro de la ciudad (casi mejor por la tranquilidad y un taxi te cobra menos de 15 pesos) y hacía un calor en las habitaciones tipo sauna que te mueres. Lo solucioné rápido. Cerré los radiadores y a correr.





Me esperaba mucho más frío en Ushuaia. Eran casi las 9 de la noche y había 6 grados (para los de Pucela eso es casi ya primavera, jajajaja). En la ciudad no había nada de nieve, pero todas las cumbres andinas que la rodean estaban blancas.
Estábamos machacados de tanto viaje, así que nos pedimos una pizza por teléfono desde el mismo hotel y cenamos allí en el salón con un par de Quilmes rojas (45 pesos la pizza gigante y las 2 birras de ¾, menos de 9€).


Hablando con Óscar, uno de los encargados, sobre los planes que teníamos para el día siguiente, nos comentó que trabajaban con una agencia de remís para ir a los lagos Fagnano y Escondido y les hacían un buen precio. Me pareció muy bien. Eran 300 pesos por llevarnos hasta allí (está lejos, más de una hora de camino), ver todo, pasar por el Paso Garibaldi, parar a comer en Las Cotorras, subir al cerro Martial y traernos de vuelta…así que lo contratamos. Por lo menos nos ahorrábamos tener que ir en una excursión organizada con un montón de impresentables. Nos fuimos a dormir, no sin antes salir a la terraza de la habitación a deleitarnos con la tranquilidad que se respiraba y el silencio, sólo roto por algún ave y por las pequeñas olas a la orilla del Beagle.


Aquí van unas imagénes desde nuestra terraza, ya de día:












 

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